FERROCARRIL SANTANDER - MEDITERRÁNEO

 

El 1 de enero se cumplirán 23 años desde que dejó de prestar servicio este ferrocarril. En 1985, una decisión ministerial cerró la línea al igual que otros 1000 km de vías debido a que por su nefasta explotación y su ruinoso estado de mantenimiento no eran competitivas. Y mientras varias comunidades llegaron a acuerdos para solucionar esto y mantener el servicio, la Junta de Castilla y León permitió que se cerraran las grandes arterias que vertebrarían la región.

"Mientras hay vía hay esperanza", pensábamos, y varias sociedades llevaron a cabo intentos frustrados de explotación que intentaron poner de nuevo en marcha la línea. Pero llegaron los que tanto se opusieron al cierre cuando estaban en la oposición, los únicos que habían prometido reabrirla si llegaban a lo único que ansiaban: el poder. Y durante el año 2003 la desmantelaron.

En la foto, túnel a la salida de Rabanera del Pinar, ya sin vías.

 

Estaciones


BREVE HISTORIA 

             Las primeras iniciativas que contemplan el enlace de Burgos y Santander por ferrocarril datan de finales del siglo XIX, pero hay que esperar hasta 1908 para que nazca la idea, apadrinada por las diputaciones de Santander, Burgos, Soria y Zaragoza, de unir los puertos de Valencia y Santander. 

              En 1925 dan comienzo las obras, en un momento de gran impulso ferroviario auspiciado por el General Primo de Rivera. Esta línea férrea, cuyas obras avanzan con gran rapidez, no tienen nada que ver con el ferrocarril de vía estrecha que se pensó en un principio, ya que en su construcción se emplean las técnicas más modernas, y su tendido es un verdadero alarde de ingeniería, con estupendas obras de infraestructura, que la colocan entre las mejores líneas férreas europeas del momento. 

             El primitivo trazado se dirigía hacia la localidad cántabra de Ontaneda, ya que desde aquí existía un ferrocarril de vía estrecha hasta Santander, pero en 1930, cuando ya estaban en servicio los 366 km que separan Calatayud de Cidad-Dosante, se paralizaron las obras ante la dificultad que supone el paso de la Cordillera Cantábrica, y con su reanudación, tras la Guerra Civil, se acometió un nuevo trazado que se dirigía directamente a Santander, a través del túnel de La Engaña, el más largo del ferrocarril español (6975m), construido entre las provincias de Burgos y Cantabria y nunca inaugurado.

             Los trabajos fueron suspendidos definitivamente en 1959. Ya entonces soplaban malos vientos para el tren. Atrás quedaban 650 km de vías hasta Valencia, y solamente faltaban 63 km hasta Santander, de los cuales, en aproximadamente la mitad ya estaba finalizada la infraestructura y otras importantes obras. El tráfico por la línea, sin el puerto de Santander fue escaso, sobre todo en el tramo Burgos-Cidad Dosante.

            De los 366 km explotados por la “Compañía del Ferrocarril Santander – Mediterráneo”, 206 corresponden a su trazado por nuestra provincia. La vía dispone de carril de 45 kg por metro y traviesa de madera. El radio mínimo de sus curvas es de 300 metros y la rampa máxima en la provincia de Burgos es de 16 milésimas. 

             Finalmente, la casi totalidad de la línea fue clausurada a todo tipo de tráficos el 1 de enero de 1985, tras una larga agonía motivada por su pésima explotación y su falta de mantenimiento. En nuestra provincia solo se mantiene en uso para tráfico de mercancías el ramal que une la estación de Burgos con el polígono industrial de Villalonquejar.

 

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